martes, 3 de enero de 2012

EL PODER DE LA ELECCION

El dinámico poder personal que vincula todos los otros es la elección.
Desafortunadamente, estamos frecuentemente tan atascados en nuestros hábitos que no nos damos cuenta que nuestras opciones permanecen constantemente abiertas. Esto se cumple tanto para nuestras decisiones más insignificantes de nuestra vida diaria hasta las más monumentales que pueden cambiarnos completamente la vida.
Muchas veces nos auto-limitamos en dependencia de la circunstancias de nuestra vida. Pensamos que no podemos dejar el trabajo porque tenemos que pagar la hipoteca, asumimos que no podemos mudarnos hacia una nueva ocupación solo por que anteriormente hemos tomado una decisión de proseguir en donde estamos. Frecuentemente nos obligamos a permanecer con las mismas cosas una y otra vez simplemente porque lo hemos hecho así en el pasado.
También estamos inclinados a limitar nuestras opciones en dependencia de los patrones que nos han enseñado. Pensamos que no tenemos la opción de levantarnos porque en el pasado nunca lo hicimos. Continuamos eligiendo ser gente de placeres porque ese fue el camino que vimos que otros han tomado. Descansamos en los hábitos de nuestros convencionalismos sociales, en las viejas formas de hacer las cosas, maneras de hablar, comer, aprender, comunicarnos y de priorizar. Día tras día, tomamos miles de decisiones, pero raramente tenemos la habilidad para hacer las cosas diferentes si así lo deseamos.

   

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