lunes, 2 de enero de 2012

CONTEXTO DE PROBLEMA Y DICIPLINAS

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Partimos de la aceptación de que los problemas, en la enseñanza de la física, tienen como principal objetivo lograr de los alumnos habilidades en idear estrategias de razonamiento, organizar procedimientos, efectuar análisis crítico de resultados, y adquirir criterios de evaluación y estimación de situaciones físicas.
Para lograr esto los alumnos tienen que utilizar conocimientos teóricos que se supone ya conocen. El objetivo a largo plazo es que los problemas les enseñen a resolver futuras situaciones problemáticas en otras áreas del conocimiento o de la actividad humana.
A la luz de estas reflexiones, surge inevitablemente la pregunta ¿cómo tienen que ser los problemas de física para lograr estos objetivos?
Se ha hablado y escrito mucho sobre el particular, al igual que cuales estrategias utilizar para enseñarles a resolverlos.
Cualquiera sea la metodología siempre es necesario que haya un contenido tal que despierte en el alumno una motivación suficiente para que no se desanime en la tarea.
Para que haya contenido motivante tiene que serle familiar o estar vinculados a sus reales y actuales intereses.
Una alternativa para lograr esto es utilizar lo que se denomina "problemas ricos en contexto".
Estos problemas se diseñan de tal modo que el alumno se ve obligado a preparar una estrategia organizada en forma lógica y no puede aplicar las ecuaciones y obtener resultados en forma automática y sin comprender para qué lo hace, como comúnmente suele ocurrir. Todos sabemos que con esta práctica los alumnos no aprenden lo esencial de la física.
Estos problemas obligan al alumno a considerar y aplicar los conceptos físicos dentro de un contexto concreto insertado en el mundo real. Obliga al alumno a tomar una serie de decisiones. Otra característica importante de este tipo de problemas es que el alumno debe usar los conceptos en forma cualitativa, antes que una eventual aplicación a ecuaciones con cantidades.
Resumiendo, estos problemas tienen las siguientes características:
  1. Cada problema es una breve historia en la cual el estudiante es, en lo posible, el principal protagonista.
  2. El texto del problema incluye la apropiada motivación para que "Ud." o "tu" (el alumno) obtengan una respuesta.
  3. Los objetos y situaciones deben, en lo posible, ser reales. Cuando es una situación imaginaria, se especifica en el texto como es el proceso de idealización.
  4. No se dan figuras ni gráficos en el enunciado del problema. El alumno debe visualizar la situación y la información con sus propias habilidades e imaginación.
  5. Los problemas no se pueden resolver en una sola etapa aplicando simplemente una formula y obteniendo una cantidad.

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